Reportaje, los obreros de la madrugada

 

Los obreros que mantienen limpia la ciudad

Loja es la ciudad capital de la cultura en el Ecuador. Así es como se conoce a este rincón de la Patria. Aquí, en el corazón de la Región Sur, la limpieza y el orden son sinónimos de progreso y respeto a la urbe. A pesar de ello, muchos de sus residentes, poco o nada conocen sobre quiénes son los responsables de mantener impecable a esta metrópoli del sur.

Según  estimaciones, los habitantes de la ciudad de Loja producen más de 170 toneladas de basura diariamente. Debido a esta gran cantidad de residuos, autoridades pasadas crearon un particular y novedoso método de limpieza que con el pasar del tiempo se convertiría en un proyecto exitoso, que incluso llevó a la ciudad a ser considerada una de las más limpias del mundo.

En la actualidad, pese a algunas variaciones, este plan consiste en un sistema de higienización sectorizado en 11 zonas de la ciudad, lo cual permite un trabajo ordenado y óptimo en cada sector. Para la ciudad están considerados 10 vehículos de recolección de desechos, mientras que para las zonas periféricas (barrios, comunidades rurales), el procedimiento de recolección se efectúa mediante el recorrido de camiones, quienes cumplen similar función a los vehículos de carga posterior en la ciudad.

En la urbe, la “fuerza operativa de la limpieza” está conformada por 160 personas, un número menor a lo requerido, ya que técnicamente por cada 1000 habitantes se requiere un asistente de aseo. La ciudad actualmente bordea los 300.000 habitantes, es decir, se necesitaría como mínimo 300 colaboradores. Esto evidencia que un poco más del 50% del número mínimo requerido de trabajadores, es responsable del orden de toda una ciudad.

Según Vinicio Pasaca, técnico de la Jefatura de Saneamiento Ambiental en Loja, la limpieza del casco céntrico de la urbe se realiza en 4 jornadas: La primera inicia a las 03h00  y termina a las 07:00. La segunda jornada empieza a las 07h00 y culmina a las 11h00. La tercera va desde las 12:00 hasta las 16:00 y la cuarta y última jornada inicia a las 17h00 y termina a las 21:00. Todo de forma ininterrumpida, los 365 días del año, los 7 días de la semana, durante las 24 horas.

En las primeras horas del día, el sector céntrico de la ciudad es limpiado por cuadrillas de 12 a 15 personas. Aquí encontramos a Jorge Rosario, un joven de 33 años, oriundo de Catacocha, cabecera cantonal de Paltas. Él es uno de los responsables de que cada mañana, el ciudadano lojano camine por aceras, avenidas y parques de la urbe sumamente limpios. Lleva 14 años realizando esta tarea y lo hace en dos jornadas. Su labor empieza a las 03:00 y concluye a las 07:00 y por la tarde desde las 17:00 hasta las 21:00.

Para poder llegar puntual a su turno de la madrugada, Jorge sale de su domicilio, ubicado en el barrio El Paraíso, a las 02h00 y camina hasta el punto de concentración del personal ubicado en las calles Azuay, entre Sucre y 18 de Noviembre. Sin duda un trabajo que requiere de mucha fuerza física y mental, pero, sobre todo, predisposición para contribuir al desarrollo comunitario.

Junto a su carrito y entre la penumbra, el catacochense recorre varios kilómetros en las primeras horas del día para efectuar la limpieza de las avenidas asignadas. Mientras camina al son de las ruedas de su herramienta, manifiesta que así como existe gente respetuosa que valora el trabajo de ellos, también hay gente inconsciente que arroja basura en cualquier lugar.

Para poder efectuar este arduo trabajo, los colaboradores del orden y la limpieza deben contar con indumentaria e implementos adecuados, los cuales son provistos por la Dirección de Higiene de la municipalidad así como del Departamento de Seguridad Industrial.

Uno de sus característicos utensilios de limpieza es la escoba de retama, una especie de arbusto con muchas ramificaciones, de color gris y hojas escasas. Jorge señala que son ellos quienes deben elaborar este implemento que facilita el barrido, pues permite transportar una gran cantidad de desechos en vías y aceras, debido al gran espesor de las raíces.

Durante los fines de semana el trabajo de limpieza se duplica, es por ello que se debe reforzar el personal para evitar omitir algún espacio público. Esto requiere además laborar fuera de los horarios establecidos de los trabajadores, realizando actividades de aseo  suplementarias.

Desde hace aproximadamente 4 años, Loja se convirtió en la sede principal del Festival Internacional de Artes Vivas. Este evento atrae anualmente a miles de personas de todos los puntos del país y del mundo. Al existir estas grandes concentraciones de personas en avenidas y parques de la ciudad, inevitablemente se generan también desechos, los cuales deben ser recogidos por estos infatigables asistentes durante los días que se realiza el evento.

Asimismo, existen importantes sucesos donde su labor debe ser primordial e impecable, esto es en las fiestas cívicas de la localidad y en uno de los mayores acontecimientos religiosos del Ecuador y Latinoamericana, la peregrinación de la Sagrada Imagen de la Virgen del Cisne, que tiene a la ciudad de Loja como anfitriona.   

De esta manera, bajo todo el contexto cultural de limpieza que caracteriza a la ciudad de Loja, se encuentra el perseverante y noble trabajo de un grupo de colaboradores, que diariamente ofrecen lo mejor de sí para contribuir al desarrollo de la urbe y la región sur. Ya sea en las primeras horas del día o durante altas horas de la noche, su labor, desapercibida por muchos, ha servido para reafirmar aún más aquel epíteto que llena de orgullo a lojanos de pertenecer a la “ciudad cultural del Ecuador”.  

Elaborado por grupo "G" Redacción Uno y Periodismo digital 

Universidad Nacional de Loja. Comunicación Social, 7mo ciclo.

 

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